Tuxtla Gutiérrez, 10 Nov. (Notimex).- Con el reto de aplicar estrategias integrales para su conservación, la selva alta perennifolia de la Selva Lacandona es única en el país, la última en territorio nacional.

 Las perennifolias, denominadas así porque sus hojas siempre están verdes, conservan una gran riqueza y proporcionan múltiples servicios ambientales. La función de los ecosistemas de selva alta perennifolia son bosques de mucha humedad, elevan su producción de oxígeno, brindan diversidad de servicios ambientales y sirven de albergue de muchas especies de fauna. Sin embargo, esas áreas se ven amenazadas por la expansión de las actividades agropecuarias y la ocupación del hombre. El delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Amado Ríos Valdés, precisó que el crecimiento poblacional avanza sembrando y cultivando, para lo cual tienen que derribar bosques, una práctica difícil de detener. Planteó como opción para los campesinos la siembra de palma shate, una especie de fácil desarrollo que se ocupa para arreglos florales, y que se comercializa principalmente en Estados Unidos. "Es el último sitio de selva alta perennifolia y no podemos permitir que se reduzca, ya que desde finales de la década de sesentas comenzó a recibir la carga migratoria principalmente de poblaciones indígenas choles y tzeltales", afirmó. La población escasamente rebasa los 500 habitantes sus principales comunidades son mayas lacandones, asentados en Metzabok, Naha, Bethel, Lacanjá-Chansayab, Nueva Palestina y Frontera Corozal. La presidenta de la Comisión de Bosques y Selvas del Congreso del Estado, Roxana Magdalena Gordillo Burguete, afirmó que en poco terreno se tiene una gran cantidad de especies, una riqueza de vegetación y miles de insectos. Además de que es la parte de Chiapas donde abundan reptiles, mamíferos, el quetzal, pavón, jaguar, tigre, ocelote, tapir, monos, entre otras especies. Se trata de ecosistemas sumamente diversos, pero a la vez más frágiles, puesto que al haber más riquezas, son más perseguidos, más amenazados, hay plantas que solo viven ahí, y que sirven de alimento para otras plantas como la palma shate que se puede cultivar ahí para beneficio de las comunidades, acotó. Sobre el tema, el presidente de la Cooperativa Jaguar Onajudado II y guía turístico en la Comunidad Zona Lacandona, Elías Chambor Yuk, plantea a las instituciones ambientales diseñar una estrategia integral de conservación del territorio con 623 mil hectáreas y sus alrededores, para bajar la presión sobre la riqueza biológica. Admitió que en ella se localizan diversas comunidades indígenas a las que es necesario garantizarles mejores condiciones de bienestar para no ejercer presión sobre los recursos naturales. Las principales amenazas son la agricultura, ganadería, la extracción de fauna y la tala clandestina, por lo que la tarea urgente es ordenar todas las actividades económicas que ahí se realicen. Recordó que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedetu), antes Secretaría de la Reforma Agraria, dejó pendiente desde 2008 la solución de siete casos de invasión u ocupación territorial ilegal. Dos de estos grupos, se localizan en la zona noreste con una superficie de mil 015 hectáreas, tres más se ubican en la cuenca del Río Negro con una extensión de dos mil 143 hectáreas y los restantes en la ribera del Río Usumacinta con dos mil 572 hectáreas. 

Medio Ambiente y Ecología