Chiapa de Corzo, Chis., 6 Ene (Notimex).- En Chiapas, a pesar de la modernidad, prevalece la tradición de los juguetes de madera, ya que hay quien los elabore, como también hay quienes los solicitan a los maestros fabricantes

Don Arturo Guillén Ballinas, de 75 años de edad, comenzó a trabajar la carpintería desde los 10, elabora y repara muebles de cedro, pino y guanacaste, construye marimbas y guitarras y también reconstruye el instrumento de cuerdas.Sin embargo, no desperdicia la madera, con pedazos elabora carritos, trompos, baleros, yoyos y sonajas; su mejor momento para elaborar juguetes de madera es diciembre, previo a la Fiesta Grande y durante la misma, del 8 al 24 de enero.Explicó que elaborar carritos es una tradición ancestral, ya que su padre, Margarito Guillén, también fue carpintero, falleció cuando don Arturo tenía tan sólo 4 años, de manera que ésta la aprendió de su hermano mayor Rafael Guillén, ya fallecido también.Vive de la madera, presume sus mejores muebles de cedro, roperos, vitrinas, camas, guitarras, pero también lo que llama su pasatiempo, la elaboración de los carritos, las cabinas, las cajas o carrocerías, los volteos, trozos que llevan cargando los mismos juguetes.Eso sí, su precio es accesible para todo mundo, un carrito de 30 centímetros de largo cuesta 30 pesos, aunque elabora más grandes y más pequeños, la madera es de la misma calidad, cedro, y subraya que esta es una tradición que mantendrá por el resto de su vida.En entrevista, señaló que su vida es su taller, en cuyo espacio existen herramientas de todo tipo y tamaño, maderas, y hasta su cama, y mencionó que ha preferido quedarse en su empresa que ir a dormir a su casa al centro de Chiapa de Corzo.Guillén Ballinasd recordó que en años anteriores mucha gente le hacía grandes pedidos de carritos de madera, principalmente en diciembre, para venderlos durante la fiesta de enero, luego bajaron los pedidos, pero se los siguen encargando.Aseguró que sus carritos tienen la mayor calidad y durabilidad, en tanto que aquellos que son importados o de plástico o de cartón, ni son durables, ni de calidad y cuestan más caro, pero además, tienen poca demanda.Lo ideal, manifestó, es que recuperemos lo nuestro, la originalidad, los juguetes de madera.En su taller tiene un carrito de diseño, que muestra a los clientes y les va haciendo sobre el proceso constructivo algunos cambios, pues no desperdicia nada de la pedacería de madera, es uno de los grandes maestros que elabora muebles y juguetes.Refirió que la modernidad ha ido sustituyendo los juguetes de madera, pero hay padres que vuelven a inculcarles a sus hijos este tipo de juguetes y afortunadamente muchos que piden carritos, también piden el yoyo y el trompo de madera.Comentó que aprendió a construir y tocar marimba con el maestro Norberto Nandayapa, padre de don Zeferino Nandayapa Ralda, luego consolidó su aprendizaje con el maestro Alejandrino, hermano de Zeferino, pero su conocimiento en la construcción de marimbas no le ha hecho perder el gusto por elaborar los juguetes de madera.Reiteró que en su taller la artesanía y juguetería las elabora de trozos de madera sobrante de la fabricación de muebles.Esto, aclaró el maestro, sin perder la influencia de la elaboración prehispánica en los artículos que copian la vida cotidiana de esta comunidad de la ribera del Río Grande de Chiapas.Por su parte, el investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), Mario Aguilar Nandayapa, sostuvo que los juguetes tradicionales que prevalecen son el tirador o resortera, la canoa de lámina o fibra de vidrio y el tambor de cuero, donde cada región le va dando su peculiaridad.Explicó que el tirador o resortera se elabora con un pequeño gancho de una rama seca del árbol de guayaba o la guaya y el cupapé, lleva hule de unos 30 centímetros y un pedazo de cuero que se llama “gamuza”, donde se coloca generalmente piedra y se estira para matar con crueldad a los pajaritos.Es un juguete muy representativo de nuestra cultura, el mejor juguete es el casero, el que elaboran los niños en casas, sin embargo, se puede comprar en tiendas de juguetes tradicionales, preferentemente en las ferias de pueblos, indicó.Lamentablemente, abundó, desde los años 80 se ha ido sustituyendo, en vez del tirador o la resortera, se ha adoptado el rifle de diábolos, mientras que el tambor de cuero se ha reemplazado por el de plástico.Las canoítas que se usaban preferentemente en época de lluvia por su desplazamiento en las corrientes, se han dejado de usar, los factores son muchos, la importación de muchos juguetes, aquellos que vienen de China, Japón y Taiwán.La juguetería mexicana y en especial la chiapaneca presentan rasgos de imitación de la vida cotidiana, lo que la diferencia de los artículos artesanales que son ofrecidos a los turistas como artículos decorativos.La elaboración de los juguetes tradicionales se encuentra en desuso y estos son sustituidos por artículos de influencia externa, finalizó.NTX/IFL/RMF/AJV

Noticias