Tuxtla Gutiérrez, 30 Ene (Notimex).- Las imágenes de la Candelaria, del Rosario y Santa María Olaechea, veneradas por la mayordomía zoque, iniciaron hoy su recorrido por distintos hogares de la capital de Chiapas.

Antes del mediodía iniciaron su recorrido desde la comunidad zoque de Copoya, caminaron primero por las calles del poblado, recorrieron la carretera estatal y se introdujeron poco a poco por las calles y avenidas de la ciudad; irán a varios barrios y colonias populares.Los preparativos comenzaron un día antes. Maestros ramilleteros se concentraron en Copoya para elaborar los ramilletes, la flor costurada; se juntan adultos y jóvenes para preparar los arreglos florales, mientras las mujeres preparan comida y pozol.Esta mañana, la procesión comenzó en la casa de quien fuera un gran maestro ramilletero, Antonio Escobar Paredes, que en diciembre pasado cumplió un año de fallecido, y que durante muchos años participó en la organización de las fiestas tradicionales.Se trata de las vírgenes muy veneradas, la de Candelaria, del Rosario y María de Olachea o Santa Teresa, que bajan de Copoya el 30 de enero en ocasión de la fiesta de Candelaria y se prolongará hasta abril, lapso en que son recibidas en diferentes casas y zonas de la capital.Antes de bajar en procesión de Copoya, que se localiza en la parte más alta del cerro Mactumactzá hacia la ciudad, las imágenes son colocadas en cajas de madera, van envueltas en petate y adornadas con flores.El maestro ramilletero Sergio de la Cruz, indicó que la primera vez que bajan de Copoya es el 30 de enero para festejar a la Virgen de Candelaria, recorrerán en cinco kilómetros en procesión.Refirió el maestro que las imágenes subirán a su nicho, en una casa particular de Copoya, hasta el Domingo de Ramos. En el recorrido van personas de todas las edades, hombres y mujeres danzan.Durante la festividad, los devotos de las virgencitas danzan principalmente el baile “Yomoetzé” y apapoketzé. La comparsa es encabezada por los que queman cohetes, la música de tambor y carrizo.Las mujeres portan vistosas faldas largas, algunas de color rojo, de cuadros en color blanco y azul, les llega hasta los pies, blusa blanca de manta o satín o algo parecido, bordada en las mangas con listones multicolores, portan aretes, collares, listones en las trenzas, huaraches de cuero.En el contingente van mujeres con vestido de chiapaneca, los parachicos, los maestros ramilleteros, los hombres se turnan para cargar las imágenes, las llevan sobre sus espaldas, una cinta de cuero atada a la caja de madera conteniendo las imágenes es colocada sobre su cabeza, pesa, pero la devoción se impone.En los días de la fiesta en honor a las tres imágenes se realiza la danza ritual de la “robadera”, que simboliza la obtención de frutos y semillas sagradas que permitirán buenas cosechas para el siguiente ciclo agrícola, comentó Sergio de la Cruz.Las danzas se ofrecen al Sol, a la madre Tierra y se pide por mejores cosechas, dan gracias por la alimentación proveída durante el año, por la salud, y por permitir realizar la festividad.En el marco de la festividad y en los recorridos de las imágenes en diversos hogares en la capital, se dan nombramientos a los maestros de la mayordomía zoque y se les florea.Las mujeres preparan la comida tradicional zoque, destaca el guacasiscaldu, es decir, caldo de res, la chanfaina compuesto por vísceras de res, frijol hervido con carne y el niguijuti, entre otros.La cultura zoque de Tuxtla Gutiérrez ha pervivido en la historia entre ires y venires, los acontecimientos de los últimos años han venido a demostrar más la fuerza de estas tradiciones, su capacidad para esquivar los embates en su contra a cuenta de la historia.La Junta de Festejos de Copoya y la Mayordomía del Rosario han continuado la celebración de las fiestas de las Vírgenes, “bajan” a Tuxtla en febrero y octubre, como lo han hecho durante generaciones.Son muchos dichos que circulan entre las voces de priostes y mayordomos, son invitaciones y agradecimientos, bendiciones, palabras que definen una tradición viva, nombres, actitudes hechas sonido.Persiste ese fervor a las tres imágenes, pero son muchas memorias la de cada carguero, aquellos que caminan con las imágenes en los hombros y amor heredado por sus padres y abuelos, es toda una gran historia acumulada en el ser y la esencia del zoque.

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