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Parachicos y chiapanecas toman calles de Chiapa de Corzo
mié, 21 de ene de 2015Compartir:

Chiapa de Corzo, 20 Ene Notimex.- Con sones de tambor y carrizo, los parachicos y las chiapanecas tomaron hoy las calles de esta ciudad, asentada al margen del caudaloso río Grijalva, para congregarse ante el templo de Santo Domingo de Guzmán.
Algunos de los hombres cargaron dos imágenes de San Sebastián Mártir, una de vestido de color verde y, la otra, de blanco, seguidos por banderas de colores con el nombre del santo patrono de esta ciudad fundada desde hace 3,200 años.
Las calles fueron cerradas a la circulación para dar paso a los recorridos de los danzantes, entre ellos los parachicos con sonajas o chinchín, y las mujeres que lucían su vistosa falda de tul bordada en rosas de varios colores.
Los grupos recorren la ruta de los templos, desde Santo Domingo de Guzmán, hasta el de San Sebastián, que se encuentra en proceso de restauración tras su colapso en 1911, cuando hizo erupción el Volcán de Santa María, en Guatemala.
Los contingentes pasan por los templos del Señor del Calvario, de San Jacinto, San Miguel, San Antonio Abad y Señor de Esquipulas, acompañados por la quema de pirotecnia.
El investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas, Mario Nandayapa, destacó la conciencia de la mayoría de los habitantes quienes consideran que deben conservarse las danzas, rituales, los chuntae, los parachicos, las chiapanecas, el combate naval en el río Grijalva y los carros alegóricos.
Sin embargo, muchos habitantes del lugar “no estamos de acuerdo con los elementos comerciales, vendimias, y que deberíamos tomar en cuenta”.
Además, no es conveniente realizar conciertos masivos en la plaza central de Chiapa de Corzo, alrededor de la fuente Mudéjar, por el exceso en el uso de cables de energía eléctrica, opinó el maestro.
Estos festejos simbolizan la alegría de María de Angulo, una mujer española que llegó en la época de la colonia, en busca de la sanación para su hijo, y que encontró con los curanderos de la ribera de Cumbujuyu, un manantial de aguas termales.
Entre los danzantes se encuentra Alejandra Vázquez, de 23 años de edad, que viste el tradicional traje de chiapaneca, pero que desde hace cinco años porta también de parachico, como de chuntae.
Ella, dijo que ha demostrado que es posible involucrarse en las danzas que antes era solamente para los hombres, pues se requiere de mucha energía.
Acompañados con una estudiantina, la joven junto con su familia llegaron al barrio Benito Juárez, a la casa de su abuela Raquel, para rendir culto al santo, luego de oraciones, rezos, repartieron alimentos como pepita con tasajo.
NTX/IFL/AGS/GHE/GVG