Tapachula, Chis., 29 Mar (ntmx).- Miles de turistas son atraídos por el cráneo humano con incrustaciones de oro y turquesa, así como a la enigmática estela 5, conocida como "La piedra de el árbol de la vida: La creación del universo", que son admiradas en el Museo Regional del Soconusco.

A los visitantes les atrae la curiosidad de que pudiera tratarse de los restos de un importante personaje de la cultura mexica y las anécdotas de su estancia en el Museo Regional del Soconusco, que van desde accidentes hasta la muerte de un encargado de las instalaciones.

Con una importante colección que da cuenta de su desarrollo histórico, luego de dos años de reestructuración integral, reabrió sus puertas en diciembre de 2004 el Museo Arqueológico del Soconusco, ubicado en esta ciudad.

Su museografía aborda una de las regiones más ricas en recursos naturales de México, de una intensa actividad económica y cultural, desde tiempos remotos hasta el presente.

En ese sentido, el coordinador del museo, Rafael Pérez Hernández, explicó en entrevista que el espacio perteneciente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), alberga en sus salas, testimonios materiales de los antiguos pobladores dedicados a la pesca y la recolección.

Además de las características de la cultura olmeca y el posterior desarrollo de la gran ciudad de Izapa, también está representada en su acervo la expansión del imperio mexica en el área.

Esto, dijo, es el resultado del esfuerzo conjunto de la comunidad, organizaciones civiles e instituciones municipales, estatales y federales.

El Museo Arqueológico del Soconusco, conformado en un 90 por ciento con donaciones realizadas por los habitantes del lugar y el resto como producto de las excavaciones en Izapa, resguarda alrededor de mil bienes culturales.

El inmueble que data de los años 30 del pasado siglo, con influencia Art Decó, fue construido para instalar la presidencia municipal.

Asimismo, albergó la cárcel preventiva del ayuntamiento, más tarde, la parte que ocupara la penitenciaria, se otorgó al INAH y fue inaugurada como museo a fines de 1988.

El museo cuenta con un sistema de seguridad e iluminación adecuados para la exposición de algunas de las colecciones, además del acondicionamiento en cuanto a temperatura y humedad para la conservación de las mismas.

Entre todas las piezas, únicas en su género por cierto, destaca indudablemente el cráneo cubierto con turquesa y oro.

El incremento de los cruceros a Puerto Chiapas ha facilitado la llegada a los turistas que se apresuran por admirar detenidamente la pieza.

"Tenemos entendido que fue donado al Museo por un particular que aseguró, en su momento, que la pieza fue rescatada de una excavación en el municipio de Tonalá, a unos 200 kilómetros de Tapachula, sobre la Costa de Chiapas", comentó Pérez Hernández.

Se trata de un cráneo humano real, incluyendo dientes, el cual fue cubierto con piedras preciosas y oro. Se cree que pudiera tratarse de un trofeo entregado en ofrenda a un Dios o de alguna persona muy importante en la cultura mexica.

Durante alrededor de tres años, el cráneo fue llevado a varios países de Europa, Australia, Centro y Norteamérica, para participar en las principales exposiciones de la cultura mexicana en el extranjero.

Aunque debido a las protestas de los sectores productivos, cámaras y colegios en el sentido de que se sospechaba que la pieza podría perderse o ya no regresar a Chiapas, fue devuelto finalmente al museo.

Por el periodo de su partida hacia las exposiciones, los trabajadores del museo sufrieron misteriosos accidentes con fracturas a la hora de movilizar la pieza. Incluso, uno de ellos lamentablemente falleció en días posteriores de un paro cardiaco.

En tanto, en varios países se ha difundido que el cráneo pudiera ser de un rey, incluso estar envuelto de una historia llena de magia, aunque se desconoce cuáles son los resultados de las investigaciones que ha hecho el INAH.

Con su regreso a casa, el cráneo y la "Piedra del árbol de la vida", se han convertido en dos de los principales atractivos en la frontera sur de México.

Sobre todo, dijo, porque ambos son piezas que encajan en la región Arqueológica de Izapa, la cual ha retomado su importancia luego de los últimos descubrimientos que señalan que ese lugar, a unos cinco kilómetros de la franja limítrofe con Guatemala, ocurrirá un fenómeno unico en el mundo en diciembre del 2012, justo cuando termina el calendario Maya.

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